CONTEXTO HISTÓRICO
Aquí presentaremos el contexto histórico de acuerdo a la época en que se encontraba Gedeón y el pueblo de Israel, para poder visualizarla mejor y situarnos en el contexto de aquella época, como si nosotros estuviéramos allí.
Según el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día el Tomo 2, encontramos lo siguiente:
Marco histórico.
Aunque es imposible fijar con exactitud el tiempo justo en el devenir histórico del Cercano Oriente cuando ocurrieron los sucesos registrados en el libro de los Jueces, no sería muy errado decir que el libro abarca el período desde 1400 a 1050 AC. El periodo de los jueces marca el principio de la edad de hierro. El tiempo exacto no podrá ser determinado con precisión mientras no se fije definitivamente la fecha del éxodo, y actualmente no existen suficientes datos históricos que nos capaciten para decidir con certeza absoluta entre las teorías en conflicto. Para más comentario sobre este punto ver t. I, págs. 198-206; t. II, págs. 120-122.
Las tablillas de Tell Amarna y otras inscripciones revelan que los cananeos, que mantenían la posesión de la tierra, se habían establecido allí durante siglos antes de la invasión de los hebreos. Su civilización databa de mucho tiempo, y bajo la influencia de los grandes imperios de Mesopotamia y Egipto había alcanzado un grado considerable de desarrollo. La gente estaba organizada bajo gobernantes subordinados que obedecían al faraón. Pero a pesar de esto luchaban constantemente entre sí, y así llegaron a ser expertos en el arte de la guerra. Sin embargo, frente a un peligro común se unían más o menos bajo un caudillo. Sus ciudades fortificadas los protegían en los cerros y sus carros de hierro los hacían temibles en los valles, lo cual se aprecia por los restos materiales de su civilización que han desenterrado los arqueólogos. El arte y la arquitectura parecen demostrar que hubo una decadencia inmediata y marcada después de la invasión de los hebreos. Sin embargo, en la esfera de las verdades espirituales, y por lo tanto en la moral y la filosofía de la vida, los hebreos demostraron gran superioridad sobre los habitantes aborígenes. Los cananeos eran conocidos en todo el Cercano Oriente como mercaderes y comerciantes (más tarde en el hebreo la palabra cananeo llegó a significar "mercader"), pero también eran expertos en agricultura.
Por no tener suficiente fe en Dios, los israelitas no pudieron expulsar a los cananeos, de manera que se conformaron a vivir junto a ellos después de los primeros años de guerra. Durante todo este período los hebreos no constituyeron una nación sólidamente unida. A veces dos o tres tribus pudieron formar una alianza temporal contra un enemigo común. El canto de Débora del cap. 5 de Jueces muestra que aun en tiempo de gran peligro era imposible unir a todas las tribus en una confederación. La lucha entre las tribus era bastante común (caps. 8: 1-3; 12: 1-6; 20: 1-48). Esto se debió en parte a la falta de comunicación e intercambio entre las tribus a causa de las cadenas de fortalezas cananeas que dividían la tierra.
Con bastante rapidez los recién llegados comenzaron a aprender los métodos de agricultura de los habitantes más antiguos, porque los hebreos habían sido mayormente nómadas hasta entonces. La religión cananea giraba en torno de ritos para asegurar la fertilidad del suelo. Había muchas festividades en honor de deidades agrícolas por las ricas cosechas que habían concedido. Al adoptar los métodos agrícolas del país, muchos de los hebreos fueron inducidos a aceptar también la religión entrelazada con estos métodos.
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